miércoles, 22 de agosto de 2007

“Quiero morir en la taberna en donde los vinos se hallan junto a la boca del moribundo y entonces los Coros Angélicos descenderán cantando: Que Dios sea clemente con el buen bebedor...” Himno de los Descontentos, Centro de Europa, Siglo XI

Estaba otra vez solo. Claro que había sido por decisión propia porque yo la deje ir y como no le di mas cabida que algún intenso franeleo, una linda mamada o uno rapidito y contra natura adentro de su auto, mas orientado a mi placer que al suyo propio, se fue.
Ahora estaba con Peque así que para mi era intocable porque ya lo dice la ley de Dios: “No codiciaras a la mujer de tu prójimo, ni a su toro, ni a su asno” que yo había transformado en: “Codiciaras a todas las mujeres de todos tus prójimos, excepto a las feas y excepto cuando tus prójimos sean amigos cercanos que merezcan esa consideración”. En cuanto a su toro y a su asno, por mi, se los podían meter en el culo, si les cabían.
Peque me sondeada: “Estas bien?” y yo “Si, hombre”... Peque me conoce muy bien, pero no tiene ni idea de mis procesos mentales con respecto a las relaciones y a las mujeres... Me parece que cree que estoy caliente por su reciente relación con Marina, pero no se anima a decírmelo y, en ese sentido, es un salame, porque nada que ver: Me encanta que este con ella y creo que les va a ir muy bien.
Como para bajar un poco la tensión, me empieza a hablar de la fiesta de disfraces que hacen sus compañeros de la Facultad de Bellas Artes y a decirme que el va a ir solo porque Marina tiene que estudiar para el parcial de Anatomía y que solo no quiere ir y que le haga la segunda y bla, bla, bla... La verdad es que me siento medio viejo como para ir a una fiesta de disfraces pero es una excelente oportunidad para conocer gente nueva, con intereses distintos y para demostrarle a Peque que esta todo bien con el. Así quedamos, para el miércoles a la noche. Voy a clase de Química Biológica y esta suspendida, no se que mierda le paso a la profe y se traslada para el próximo lunes. Estoy al pedo y me voy a lo del Cejas a jugar al ajedrez, pero cuando llego estaba con Maru y el ambiente estaba mas que denso: Algún quilombo había habido entre el y el padre y nos fuimos a tomar algo a “Planeta Pirata”, en Ayacucho y 3 de febrero, en San Martín. Ahí estábamos, los tres, tomando una cerveza y veo entrar a La Maga con una amiga. Cuando me ve mira para otro lado pero se le transfigura la cara así que me levanto y me voy hasta su mesa a saludarla. Esta muy nerviosa y, en un alarde de irónica maldad, me pregunta como estaba Janis. Yo hace mas de un mes que no se nada de ella pero le dedico mi mejor sonrisa y le digo: “Muy bien, cada día mas linda... Como estas vos? Y...Como se llamaba? Andrés? Como anda?” Tuve que hacer un esfuerzo para no reírme de su expresión y su tartamudeado susurro (Touche!! pensé). De ser una mina hermosa paso a estar bastante desmejorada, mas gorda, con la cara hinchada, los ojos chicos y extraviados y el gesto soñoliento. En fin, es su vida y su historia: Que se joda. Yo al margen... Vuelvo con el Cejas y Maru y seguimos en lo nuestro, me cuentan un par de historias y yo otras de las mías, nos reímos mucho (es un fenómeno el Cejas, un AMIGO de esos, así, con mayúsculas y no se me ocurre mejor combinación para el que Maru) terminamos las cervezas y nos vamos. El Cejas quiere ir a “Pizza Boy” enfrente, pero yo había salido con dos de las camareras de ahí (Marina, la Rusa y Vero, la Colorada) casi simultáneamente y la historia entre ellas había acabado muy mal, así que encaramos otros rumbos.
Para cuando me dejaron en la esquina de casa yo ya estaba borracho como un marino Noruego y, hablando de nórdicos, se me ocurrió que por la hora que era mejor que dormir seria ir hasta Belgrano (desde Ballester!!!!) y pasar por “El Escandinavo” antes de que cierren. El remis me dejo en la puerta cuando estaban echando a los últimos borrachos y limpiando. Göran me sirvió un mezcal como para que se me pase el pedo, le hice un puchero a Romy y le dije que no tenia donde dormir... Me fui a su casa, pero ella estaba cansada y yo demasiado borracho como para tener sexo, nos dormimos desnudos y abrazados...
Me desperté como a las nueve, agarre el teléfono y avise en la Facu que estaba enfermo. Le pedí a Melisa que les avise a los de la Secretaria que los archivos estaban en orden y que tenían todo preparado para la reunión. Las actas las redactaba yo después.
-“Estas bien?”
y yo:
-“Si, bombón, un poco descompuesto, nomás... Mañana voy”
-“Bueno, que te mejores. Cuidate. Un beso”
Me pregunte que carajo quería decir toda esa franela telefónica y volví a la cama. Romy ronroneo y se empezó a frotar. Nos revolcamos... Muy rico, como siempre. La historia con ella siempre me intrigo, tuvimos nuestro momento de estar juntos, con todas las cuestiones que eso trae, los celos, las discusiones, las risas. No tengo del todo claro lo que ella siente por mi, es un hecho que me quiere, pero no logro ver de que modo me quiere, ni por que... En fin, son un misterio.
Pase todo el día con ella, cogimos mucho y nos reímos mas, es un ángel Romy, siempre me ayuda a olvidar, a no pensar mas de la cuenta.
El viernes, paso de largo: La misma oficina, la misma franela lejana con Melisa, las mismas cantidades industriales de café y la misma paja mental de todos. Fui a clase de Química Orgánica y a un seminario en Histología y Embriología y me encontré con Peque. Nos tomamos no se cuantos colectivos (no hay modo de lograr que Peque suba a un taxi) y llegamos al salón, solo para darnos cuenta que, por supuesto, no llevamos disfraces... Vieja y conocida estrategia, nos metimos en el baño, nos sacamos la ropa y nos la pusimos al revés. La fiesta no era un embole: Eran dos emboles... No se de que modo termino Peque enredado con esta gente. Hay como cuatro o cinco travestis que disfrazados estaban como en la vida diaria, me intereso una vaquerita, dos tipo Sarah Kay (que deben ser hermanas) y una Dominatrix con un cuerpo fabuloso, lencería de cuero, portaligas, un látigo en una mano y un consolador en la otra, pero tenia algo raro en la cara. Nadie me dio mucha cabida y, los pocos que lo hicieron parecían salidos del Hospital Borda, así que me dedique a la cerveza.
La Dominatrix (Julia) se me arrima e intenta hablar un poco, pero yo estoy algo hosco y medio en pedo ya, así que le digo: “Estoy con mi novia” y le señalo la botella de Quilmes que tengo al lado. Julia larga una carcajada tan linda que me dan ganas de que se quede, pero ya se fue. Pasa la fiesta, se acaba la cerveza, los únicos que siguen como locos y dando grititos de placer son los trabucos... A mi ya se me estaba pasando el mareo y Peque me presenta a las dos Sarah Kays (eran hermanas, nomás: Una de ellas (Mariana), que tenia mucha cara de orto, compañera de Peque) La otra, la menor (Gabriela), me mira raro y me dice:
-“Te pareces muchísimo a Javier Calamaro”
-“Eso es bueno o malo?”
-“Buenísimo: Amo a Javier Calamaro”
La miro mientras pienso “Esta pendeja tiene los ojos cariados” y no, no esta tan mal, es casi linda. Manoteo un pañuelo grande que uno de los trabas llevaba sobre los hombros como si fuera un chal y me lo ato en la cabeza, la miro, le digo: “Y ahora?” y le estampo un beso, pero ya eran las seis y media de la mañana, así que la cosa no pasa de unos buenos besos, algo de franela “exploratoria” y un papelito donde le pase mi teléfono (“llamame vos, si queres, que estas muy rica pero a mi me importa una mierda”, pensé) y me fui a casa a intentar dormir.
El viernes en la oficina estaba con el estomago hecho un lavarropas y la cabeza como una licuadora, no le di mucha bola a Melisa y ella, que ya conoce mis resacas, me lleno de café y pateo para mas tarde todas las llamadas que pudo. Entra y muy provocativa se apoya en el armario, me va a decir algo y suena el directo, atiendo con el speaker:
-“Secretaria...”
-“Hola, Tanito, habla Gaby...”
-“Quien?”
-“Gaby, la hermana de Mariana, de la fiesta de anoche... Te acordas?”
-“Ah, si... Dame un segundo...”
Pongo mute y le hago señas a Melisa de que me deje solo, me puso una cara de culo como pocas veces le he visto pero se va. Rarísimo, en líneas generales una mujer no te llama NUNCA hasta que no pase como mínimo tres días desde el primer encuentro. Quizás estoy envejeciendo y mis teorías ya no resultan aplicables... En fin: Quedamos en vernos en "Nastase", en Av. San Martín, a las siete y media (no estaba en condiciones de ir a clases) así que cole para uno de los baños nuevos de la Biblioteca y me afeite ahí y me lave un poco. En el espejo me veo muy mal, sesenta y ocho kilos no es un buen peso para mi mas de metro noventa de altura, el pelo lacio esta bien, la cara la tengo como si no hubiese dormido en meses (y es así, poco mas o menos), tengo unas ojeras que necesitaría un sutien para sostenerlas y estoy mas blanco que un papel. Feo ya era de antes, pero me veo muy demacrado, pálido, hundido... Después de todo: al que no le guste, que mire para otro lado...
Llego al bar un poco mas temprano, saludo a los cuatro vendedores que siempre están ahí, en la misma mesa, pido una cerveza y una ficha de pool y me pongo a jugar solo al Bola 8. Los vendedores y el subnormal que atiende la barra cuando no esta el dueño me miran raro, hablan entre ellos y me miran. Me estaba fijando si no tenia la bragueta abierta cuando llega Gaby y me parte la boca de un beso. La abrazo y veo que todo el bar vuelve a la normalidad. Me siento medio incomodo, creo que estos hijos de puta hacen apuestas para ver si me quedo solo o consigo otra mujer, así que me la llevo al entrepiso, que estaba vacío para estar mas tranquilos.
Gaby es mucho mas linda de lo que pensé y recordaba: Veintiún añitos, metro sesenta y cinco, caderona (culona, que le dicen), pechos no muy grandes pero tampoco chicos, ojos marrones, pelo castaño muy claro, casi rubio, lacio y largo hasta media espalda, buena cintura. No es tonta del todo, pero tampoco descolla por su inteligencia, medio inocente, romanticona: Una buena piba. Traía un pañuelo en la cabeza, lo señala y me dice: ”Te acordas?”... Y si, me acuerdo, si fue anoche... Salimos y los vendedores de la mesa hacían todo tipo de señas y morisquetas, se creen muy pistolas, pero son unos boludos, pase sin darles bola, pare un taxi y nos fuimos al telo de la calle Empedrado y la verdad es que fue toda una sorpresa. Pese a su tendencia al romanticismo, a su inexperiencia (había tenido solo dos novios y, según ella, ningún enrosque) y de su cara de ”niña buena” resulto estar de lo mas dispuesta y no es que hayamos hecho nada raro ni trasgresor, pero para un primer acercamiento, el usar la boca con maestría y cambiar magistralmente de posiciones, fue mucho mas de lo que esperaba... Muy lindo. Después del segundo, estábamos “fumando el de después” y a la luz tenue de la habitación veo que tiene varias cicatrices en las dos piernas y en un brazo, en la cara tenia otra. Muy bien cosidas, casi no se notaban... Un accidente. Me lo contó con una cara que me hizo pensar que lloraba en cualquier momento y ya me estaba desilusionando, pero mantuvo la compostura, así que fuimos por el tercero.
El sábado me llamo de nuevo y nos juntamos, pero yo no quería ir a "Nastase" otra vez, no daba para "Graff" y no quería llevarla a "El Escandinavo" todavía, así que terminamos yendo a “La Farola” de Villa del Parque, una pizzería que siempre me trajo recuerdos lindos... Comimos un poco, tomamos un poco de mas (sobre todo yo) y nos fuimos a un telo... Yo sabia que la flaca se estaba enganchando así que medio le explique que conmigo no podía estar del modo en que habitualmente están las parejas pero ella insistió en que nos conociéramos, que el resto después venia solo y lo dijo con tan inocente candidez que me dio risa... Cuando estábamos en el segundo, la di vuelta y de perrito la empecé a preparar para entrar por la puerta de servicio. No dijo nada cuando el dedo húmedo exploro la zona así que muy despacio, cambie de dirección y, mientras se la metía, la veía retorcerse como una anguila, pero no emitió ni un quejido... Paso la prueba: No es de las que le gusta pero, de ultima, se dejan. Por amor, por deseo de agradar, por curiosidad, porque lo ven como una promesa de continuidad o por el motivo que sea, lo permitió y sonrió satisfecha consigo misma cuando acabamos (acabe), se acostó al lado, me prendió un cigarrillo y me abrazo... Bien, muy bien...
Me gusto estar con ella, me gusto conocer por lo menos esa parte de su carácter, pero por necesidad de libertad, por el deseo de mantener el Status Quo, por no permitir que se enganche mas de la cuenta, o por lo que sea, le digo que el domingo no nos podemos ver y que el lunes tengo que darle una mano a Peque para un final de la Facu. Me hace un puchero, pero acepta el golpe. Me gusta la pendeja esta, me esta gustando...
El domingo, me voy solo a "El Escandinavo" y la paso entre amigos, como a las cuatro, cuando me estoy yendo, el Vaca me hace una seña hacia una mesa marcándome una flaca que me miraba con “esa cara” y me arrimo a la mesa como para disculparme, para dejarlo para otra vuelta... Evidentemente, era una mina muy olvidable porque ni me acuerdo del nombre, ni de cómo era, ni si me lo hizo bien o no... Lo único que me acuerdo es que tuvimos oral en el entrepiso de "El Escandinavo" y se lo trago... Y de ella nada mas, pero me acuerdo que Romy me hizo una especie de escena que no entendí del todo y que me fui a casa medio enojado con la vida y con el mundo.
El lunes, en la oficina, mucho trabajo, Melisa no estaba (tenia licencia por examen y por supuesto yo no me acorde que no venia), pero me escapo un rato para la oficina de Peque para desayunar en paz y ver que era lo que necesitaba para el final. Me tomo unos mates con el y Monio, nos reímos bastante y la verdad que por momentos envidio el “castigo” que hizo que Monio pasara de ser jefe de UNA oficina a jefe de ESA oficina alejada del ruido del Hall Central de la Facu y a rascarse bastante las bolas pero manteniendo el mismo cargo y sueldo... Quedamos en que después de la oficina Monio y yo lo acompañábamos a Bellas Artes acarreando un busto de yeso que pesaba un quintal, paños, pinturas, lienzos y veinte mil boludeces mas que le pedían para esa materia. Volví a mi oficina y me llamo Romy (que no me llama en la puta vida) para preguntarme no se que estupidez (O sea: Me llamo como para dejarme en claro que esta medio enojada conmigo pero que no importa, que esta todo bien igual). Cuando colgué me quede un rato dándole vueltas al asunto y sonó el teléfono. Gaby: "que como estas, que sabia por Mariana que tenían final esa noche, que si nos podemos ver mañana..." y yo: "que estoy bien, que que necesidad de que tu hermana te lo diga si ya te lo había dicho yo, que llamame mañana y vemos".
-“Te portaste bien el domingo?”
-“Ni mejor ni peor que otros fines de semana”
Por un momento me siento tentado de decirle que había estado con la piba esta en "El Escandinavo", pero me sujete a tiempo... En mi, la honestidad es una forma de locura: No puedo no decirle a una mina que estuve con otra, no se por que, simplemente no puedo... Y tampoco puedo evitar estar con otras, pero así esta planteado el juego desde un principio... En fin: Paradojas...
A la hora prevista, nos encontramos Monio, Peque y yo, cargamos toda la parafernalia que necesitaba (hubiese hecho falta un camión!!!) y tomamos la consabida e interminable combinación de colectivos hasta su facu (me cago en Peque y su manía anti-taxi!!!)... Mientras esperábamos los resultados, nos juntamos todos en un patio a fumar y a esperar que los llamen. Mariana, la hermana de Gaby, que seguía con la misma cara de orto que cuando la conocí también rendía y, en un aparte me dijo algo así como que ella cuidaba mucho de la gente que quería, que yo sabia muy bien que Gaby estaba a mil conmigo y que si la lastimaba me las iba a ver con ella... Me molesto bastante y le dije que el hecho de que a ella le faltara un buen enema de peceto y que por eso viviera amargada no le daba derecho a meterse en la vida de los demás, que ya éramos grandes y que no necesitábamos niñera y, por ultimo, que en lo que a mi tocaba podía ir y hacerse coger a maquina... Por supuesto puso mas cara de orto (si es que esto era posible) y se fue meneando el culo furiosa...
Peque, Mariana, Julia y otras tres compañeras aprobaron con diez ese final y decidimos ir a festejar a "El Escandinavo" (claro que Mariana y su cara de orto no vinieron). Göran estaba terminando una partida de ajedrez muy buena con Karnibal y Romy, cuando me vio, me dio un pico como para olvidar lo de la noche pasada: Todo estaba en orden...
Monio se sentía medio fuera de lugar y se fue, el resto nos quedamos tomando algo y boludeando. No recuerdo que hizo Peque, me acuerdo que Julia se me pegoteo un poco y, en un corte, Karnibal y el Vaca que estaban como locos me ponen algo en la mano... Una “piedrita”. Me extraño porque ellos saben muy bien que yo casi no fumo, solo cuando mi pareja de turno rompe las bolas mas de la cuenta y, como ya estaba medio “embebido”, me quede con la mano abierta mirándola y Julia empezó a decir cosas como que le encantaba coger fumada... A buen entendedor...
En el telo de enfrente, sobre Ciudad de la Paz, Julia se armo su canuto y se lo fumo, yo le di un par de secas nomás (lo mío no son las drogas) y después nos revolcamos... A julia le gustaba la jineteada y era de las que se tocan con un solo dedo mientras montan, te miran a los ojos cuando acaban y te limpian lamiéndote... Me encanto... Si tenia algo raro en la cara, una especie de hinchazón, como una cicatriz bulbosa, pero tenia un cuerpazo y sabia usarlo, arquearlo y retorcerlo... Dio cátedra. Las dos veces...
A la salida nos cruzamos con la gente del bar que estaba cerrando y Romy me miro con una cara que pensé que me mataba, pero se dio vuelta y se fue.
El martes, otra vez solo en la oficina, resacoso y trabajando. Sobre medio día suena el teléfono: Romy... Un planteo y una discusión fuera de lugar que no entendí y, como mi animo ya venia medio para la mierda le di el gusto y nos peleamos. Mal.
Media hora después todavía estaba masticando mi bronca, temblando de rabia, cuando me llama Gaby y la verdad que trate muy mal a la pobre pendeja y le conté que había estado con la tarada esa el domingo y con Julia anoche... Silencio. Y al rato, medio llorando: “Me hiciste mal, me hiciste mucho daño... Sabes que? En la vida todo se paga y cuando te toque pagar esta factura acordate de mi”. Sonó un golpe y después, solo el tono...
Fue profético, porque estaba pensando en ella y en lo mal que la trate, pensando en dejar de lado mi orgullo y llamarla para disculparme, cuando una hora después me desmaye. Me desperté en el Hospital Francés treinta y seis horas mas tarde conectado a un montón de maquinas...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno este tambien, sapito, pero la verdad es que me da miedito... Vas a publicar todos? ya se que cambiaste los nombres pero igual me da miedito... Besho. TKM.

Maru

Anónimo dijo...

SAPO!!!!! Dani me paso tu BLOG. Como va esa vida? Kada bes qu salimos a kontar kometas nos akordamos de vos. Por donde andas?