“Sólo esa vez, excentrado como un matador mítico para quien matar es devolver el toro al mar y el mar al cielo, vejó a la Maga en una larga noche en la que poco hablaron luego, la hizo Pasifae, la dobló y la usó como un adolescente, la conoció y le exigió las servidumbres de la más triste puta, la magnificó a constelación, la tuvo entre los brazos oliendo a sangre, le hizo beber el semen que corre por la boca como el desafío al Logos, le chupó la sombra del vientre y de la grupa y se la alzó hasta la cara para untarla de sí misma en esa última operación de conocimiento que sólo el hombre puede dar a la mujer” Rayuela, Julio Cortazar
Estaba mal. Me sentía usado, pisoteado, traicionado. Yo sabia que La Maga estaba con otro tipo, un salame que había conocido en el gimnasio, pero después de casi tres años de relación esperaba que, por lo menos, me lo dijera ella. No le dije que yo sabia, la deje decidirse aunque sabia que era una batalla perdida de antemano.
Necesitaba hablar con alguien, desahogarme un poco. Fui a buscar a Chuck a su casa y no estaba. Nun, su hermana y también mi amiga, me convido unos mates. Nos une un profundo cariño, pero nuestra amistad se había desdibujado por los meses en que (siglos atrás) éramos algo mas que amigos y la paranoia de sus padres me destrozo la vida parejito, así que no quise enchastrarla. Siempre pensé que, en el fondo, ella cree seguir enamorada de mi, pero también se que nunca lo estuvo: Nunca hay que subestimar el poder de la decepción, de lo que ellas creen rechazo. Hablamos dos boludeces, tome tres mates y me estaba yendo cuando llego Janis, mi amiga, mas que mi amiga, mi hermana, mi otra mitad, mi costado femenino.
Nos conocemos hace algo mas de seis años y siempre tuvimos entre nosotros algo especial: Nos entendíamos. No hacia falta hablar, simplemente sabíamos lo que le pasaba al otro. Cuando no estaban su novio o La Maga presentes me saludaba besándome suavecito en los labios (un pico que no tenia nada de sexual y mucho de afecto) y le gustaba enroscar mi pelo largo en los dedos de su mano mientras me hablaba de sus cosas o mientras me escuchaba hablar a mi. En cuanto llego y me vio, le cambio la cara, me abrazo y se me pego: Como siempre, se había dado cuenta de que algo me pasaba y, con cualquier excusa me pidió que la acompañe a su casa a buscar unas fotos o no se que mierda. Menos de dos cuadras.
-Que te pasa?
-Nada, Janis... Ando medio mal, pero no es nada
-Es por La Maga, no?
-Que sabes vos de La Maga?
-Nada, pero se de vos...
Me cago, como siempre, me saco la ficha con solo mirarme; pero, en definitiva, a eso había ido: para hablar, para desahogarme. Le empecé a contar medio vuelteando porque La Maga y ella también son amigas o compañeras o algo así y yo no sabia que tan profunda era esa relación. Toda una sorpresa:
-Que no es una mina para vos, que no es buena, que te mereces algo mejor, alguien que te entienda, que te conozca...
-Si -pensé yo- y en lo posible: Que sea huérfana.
Llegamos a la casa y el larva del novio estaba ahí, mirando la tele, que creo que era la única actividad física que le gustaba (y pensar que nosotros los presentamos hace casi cinco años y desde ahí que están juntos). La madre de Janis me saluda, cortes pero distante, como de costumbre (otra mujer que no entiendo: Lloro emocionada cuando me recibí en la nocturna pero era parte de la Cofradía de las Urracas. Amiga de la madre de Nun, me destrozo junto con ella cuando el Lobo vino en pedo de una reunión en el Centro Montañista y vomito en su cocina. Yo los ayude a limpiar y ellos sabían que yo había estado ahí toda la noche, con los otros, mirando un partido de la Selección, que no estaba con el Lobo, pero le dijeron a la madre que yo lo había emborrachado... Por que? Nunca voy a saberlo).
Volvimos afuera, hacia la casa de Nun, caminando en silencio y en la puerta, Janis me mira y me dice:
-Sabes que acá estoy... Para lo que necesites y cuando quieras, acá estoy...
Le estoy por responder y me da un beso como los de siempre, pero me muerde el labio, despacito, pero me lo muerde y, antes de que pueda reaccionar, se metió adentro y me dejo en la vereda regulando.
Encare para lo de La Maga re caliente, dispuesto a gritarle la verdad, “mi” verdad, a darle el gusto a los padres y desaparecer de sus vidas de una vez y, en la esquina, me encuentro con Chuck que volvía de la facu. Lo abrace como pocas veces abrace a nadie y nos fuimos a tomar un café al bar de Ruta 8 y Tres de Febrero.
No se que me paso, no podía contarle. Cada vez que quería empezar el tema se me formaba como una bola de algodón en el garguero y no podía hablar. Chuck me conoce desde siempre y desvió el tema, me ayudo a su manera, sabiendo que algo me pasaba pero que si no se lo podía contar, lo mejor era distraerme, hacer que no pensara en eso y empezó a contarme un montón de historias “sucias” que había escuchado en su trabajo como para cagarse de risa. Dejamos el café y pedimos una picada con cerveza negra (“Quilmes Bock”, la reina de las birras) y seguimos, meta risa y jolgorio, hasta que oscurecio. Nos despedimos y mientras esperaba el 670 (colectivo de mierda si es que existen) cambie de idea y volví al camino hacia la casa de La Maga.
Todavía no se acostaban y yo, que estaba mal pero relajado, no le pregunte a ella sino a la madre si nos permitía salir un rato.
En “Prielo” le hice unos mimos, la adule, la acaricie y la bese hasta que, con un guiño, la pude subir a un remis rumbo a los telos que hay en Ruta 8 y Av. Márquez. Era de despedida y el agraviado era yo, así que me importo una mierda lo que pudiera sentir ella. No perdone un orificio de su cuerpo, no deje un rincón por explorar. La enchastre y embadurne de las peores maneras que puedan imaginarse y juro ante los Dioses que sus frígidas humedades tenían el dulce sabor de la venganza, que sus quejidos, cuando se retorcía boca abajo, y sus sollozos de dolor y de injuria cada vez que yo acababa sonaban a mis oídos como la marcha triunfal del ejercito conquistador entrando a la ciudad rendida.
Se acabo el turno del telo y seguimos medio turno mas. Mientras nos vestíamos se lo tire:
-No tenes nada que decirme?
-Si, es re tarde: Mi vieja me mata...
Me dio un ataque de risa: Estaba tirando a la mierda una relación de casi tres años por una calentura con un boludo mas cercano al modelo que le imponían sus padres, apenas podía caminar por los ardores en distintas partes de su anatomía y su única preocupación era lo que pudiera decir su madre respecto al horario. Nada que hacer: El que duerme con chicos amanece meado. Eso pasa por enamorarse de pendejas.
No le dije nada, no deje que supiera que yo sabia. Pedí un remis pero no la lleve a su casa como hacia siempre, me baje en la mia, que estaba de paso y la deje volver sola.
Pase las horas que quedaban de la noche con los ojos abiertos, en la oscuridad, fumando sin parar, quemándome los dedos con las colillas y la cabeza con los pensamientos; y me fui sin dormir a la oficina.
En la facu estábamos de huelga hacia mas de seis días, cumpliendo horario pero sin trabajar así que todo el campus era un carnaval: Conservo una foto de esos días, increíble por lo irónica, donde veinte empleados estamos comiendo un asado y tomando vino, sentados a la mesa al lado de una parrilla rebosante de carne y, de fondo, apoyada contra un árbol se lee en la pancarta “AUMENTO YA! EL HAMBRE NO TIENE PACIENCIA!”
Yo seguía de muy mal humor y no tenia ganas de ir afuera, al parque, a tomar mate y a boludear con los demás y como había que dejar una guardia mínima me quede en la oficina. Empecé a escribir, tratando de purgar mis demonios, de descargarme para poder estar un poco mas tranquilo y entra Adriana y se sienta en mi escritorio.
Ella trabaja hace un año en Atención al Publico de esta Dirección, tiene dos hijos, separada, veinticinco años y es bien gallega: Petisa, metro sesenta escaso, morocha, pelo corto, ojos oscuros, grandotes, del tipo árabe, muy buena cintura y con un culazo increíble. No le di bola, pero ella igual se quedo y empezó a cebar mate mientras yo escribía. Yo evitaba hacer contacto pero sabia que me miraba, no era boluda y me había pescado varias veces mirándole el culo cuando acomodaba los libros en las estanterías superiores. Me paso un mate y cuando lo agarre no lo soltó, se quedo así, con mi mano agarrando la suya y el mate y mirándome con esa humedad en los ojos...
En la Sala de Profesores empezamos a besarnos, a tocarnos, a franelearnos, a lamernos. Saque la billetera para darme cuenta que después de lo de anoche no me quedaba ni un puto forro, me quería matar, pero fue mejor, porque de a poco empezaron a volver a la oficina el resto de los empleados y no hubiera sido nada gracioso que nos agarraran cogiendo en el sofá.
A la tarde, cuando empezó a oscurecer, encare para Av. San Martín y siento que me chistan: Adriana. Caminamos juntos sin hablar y casi en la esquina, fui al kiosco a comprar cigarrillos y una caja de forros, la agarre de la mano y la hice entrar por el lado de Microbiología y ahí, detrás de un cerco de grateus empezamos de nuevo, me puse un forro y me monto: Hacia mucho que no me sentía tan vivo y sentí su orgasmo, denso, caliente. Después acabe yo. La acompañe a la estación de tren, del otro lado, atravesando todo el campus. Hablamos un poco, relajados, bien. Nos besamos al despedirnos, pero ninguno de los dos sabia si se iba a repetir.
En San Martín, yendo para la casa de Chuck, me lo encuentro en la calle. Venia de lo de su novia:
-Tanito! Iba a casa, a llamarte para ver como estabas, para juntarnos a tomar algo
En la Pizzería “El Gallego” pedimos una grande de muzza y una cerveza
-Como andas, Tanito?
-Bien, hermanito, muy bien...
Y era cierto...
Estaba mal. Me sentía usado, pisoteado, traicionado. Yo sabia que La Maga estaba con otro tipo, un salame que había conocido en el gimnasio, pero después de casi tres años de relación esperaba que, por lo menos, me lo dijera ella. No le dije que yo sabia, la deje decidirse aunque sabia que era una batalla perdida de antemano.
Necesitaba hablar con alguien, desahogarme un poco. Fui a buscar a Chuck a su casa y no estaba. Nun, su hermana y también mi amiga, me convido unos mates. Nos une un profundo cariño, pero nuestra amistad se había desdibujado por los meses en que (siglos atrás) éramos algo mas que amigos y la paranoia de sus padres me destrozo la vida parejito, así que no quise enchastrarla. Siempre pensé que, en el fondo, ella cree seguir enamorada de mi, pero también se que nunca lo estuvo: Nunca hay que subestimar el poder de la decepción, de lo que ellas creen rechazo. Hablamos dos boludeces, tome tres mates y me estaba yendo cuando llego Janis, mi amiga, mas que mi amiga, mi hermana, mi otra mitad, mi costado femenino.
Nos conocemos hace algo mas de seis años y siempre tuvimos entre nosotros algo especial: Nos entendíamos. No hacia falta hablar, simplemente sabíamos lo que le pasaba al otro. Cuando no estaban su novio o La Maga presentes me saludaba besándome suavecito en los labios (un pico que no tenia nada de sexual y mucho de afecto) y le gustaba enroscar mi pelo largo en los dedos de su mano mientras me hablaba de sus cosas o mientras me escuchaba hablar a mi. En cuanto llego y me vio, le cambio la cara, me abrazo y se me pego: Como siempre, se había dado cuenta de que algo me pasaba y, con cualquier excusa me pidió que la acompañe a su casa a buscar unas fotos o no se que mierda. Menos de dos cuadras.
-Que te pasa?
-Nada, Janis... Ando medio mal, pero no es nada
-Es por La Maga, no?
-Que sabes vos de La Maga?
-Nada, pero se de vos...
Me cago, como siempre, me saco la ficha con solo mirarme; pero, en definitiva, a eso había ido: para hablar, para desahogarme. Le empecé a contar medio vuelteando porque La Maga y ella también son amigas o compañeras o algo así y yo no sabia que tan profunda era esa relación. Toda una sorpresa:
-Que no es una mina para vos, que no es buena, que te mereces algo mejor, alguien que te entienda, que te conozca...
-Si -pensé yo- y en lo posible: Que sea huérfana.
Llegamos a la casa y el larva del novio estaba ahí, mirando la tele, que creo que era la única actividad física que le gustaba (y pensar que nosotros los presentamos hace casi cinco años y desde ahí que están juntos). La madre de Janis me saluda, cortes pero distante, como de costumbre (otra mujer que no entiendo: Lloro emocionada cuando me recibí en la nocturna pero era parte de la Cofradía de las Urracas. Amiga de la madre de Nun, me destrozo junto con ella cuando el Lobo vino en pedo de una reunión en el Centro Montañista y vomito en su cocina. Yo los ayude a limpiar y ellos sabían que yo había estado ahí toda la noche, con los otros, mirando un partido de la Selección, que no estaba con el Lobo, pero le dijeron a la madre que yo lo había emborrachado... Por que? Nunca voy a saberlo).
Volvimos afuera, hacia la casa de Nun, caminando en silencio y en la puerta, Janis me mira y me dice:
-Sabes que acá estoy... Para lo que necesites y cuando quieras, acá estoy...
Le estoy por responder y me da un beso como los de siempre, pero me muerde el labio, despacito, pero me lo muerde y, antes de que pueda reaccionar, se metió adentro y me dejo en la vereda regulando.
Encare para lo de La Maga re caliente, dispuesto a gritarle la verdad, “mi” verdad, a darle el gusto a los padres y desaparecer de sus vidas de una vez y, en la esquina, me encuentro con Chuck que volvía de la facu. Lo abrace como pocas veces abrace a nadie y nos fuimos a tomar un café al bar de Ruta 8 y Tres de Febrero.
No se que me paso, no podía contarle. Cada vez que quería empezar el tema se me formaba como una bola de algodón en el garguero y no podía hablar. Chuck me conoce desde siempre y desvió el tema, me ayudo a su manera, sabiendo que algo me pasaba pero que si no se lo podía contar, lo mejor era distraerme, hacer que no pensara en eso y empezó a contarme un montón de historias “sucias” que había escuchado en su trabajo como para cagarse de risa. Dejamos el café y pedimos una picada con cerveza negra (“Quilmes Bock”, la reina de las birras) y seguimos, meta risa y jolgorio, hasta que oscurecio. Nos despedimos y mientras esperaba el 670 (colectivo de mierda si es que existen) cambie de idea y volví al camino hacia la casa de La Maga.
Todavía no se acostaban y yo, que estaba mal pero relajado, no le pregunte a ella sino a la madre si nos permitía salir un rato.
En “Prielo” le hice unos mimos, la adule, la acaricie y la bese hasta que, con un guiño, la pude subir a un remis rumbo a los telos que hay en Ruta 8 y Av. Márquez. Era de despedida y el agraviado era yo, así que me importo una mierda lo que pudiera sentir ella. No perdone un orificio de su cuerpo, no deje un rincón por explorar. La enchastre y embadurne de las peores maneras que puedan imaginarse y juro ante los Dioses que sus frígidas humedades tenían el dulce sabor de la venganza, que sus quejidos, cuando se retorcía boca abajo, y sus sollozos de dolor y de injuria cada vez que yo acababa sonaban a mis oídos como la marcha triunfal del ejercito conquistador entrando a la ciudad rendida.
Se acabo el turno del telo y seguimos medio turno mas. Mientras nos vestíamos se lo tire:
-No tenes nada que decirme?
-Si, es re tarde: Mi vieja me mata...
Me dio un ataque de risa: Estaba tirando a la mierda una relación de casi tres años por una calentura con un boludo mas cercano al modelo que le imponían sus padres, apenas podía caminar por los ardores en distintas partes de su anatomía y su única preocupación era lo que pudiera decir su madre respecto al horario. Nada que hacer: El que duerme con chicos amanece meado. Eso pasa por enamorarse de pendejas.
No le dije nada, no deje que supiera que yo sabia. Pedí un remis pero no la lleve a su casa como hacia siempre, me baje en la mia, que estaba de paso y la deje volver sola.
Pase las horas que quedaban de la noche con los ojos abiertos, en la oscuridad, fumando sin parar, quemándome los dedos con las colillas y la cabeza con los pensamientos; y me fui sin dormir a la oficina.
En la facu estábamos de huelga hacia mas de seis días, cumpliendo horario pero sin trabajar así que todo el campus era un carnaval: Conservo una foto de esos días, increíble por lo irónica, donde veinte empleados estamos comiendo un asado y tomando vino, sentados a la mesa al lado de una parrilla rebosante de carne y, de fondo, apoyada contra un árbol se lee en la pancarta “AUMENTO YA! EL HAMBRE NO TIENE PACIENCIA!”
Yo seguía de muy mal humor y no tenia ganas de ir afuera, al parque, a tomar mate y a boludear con los demás y como había que dejar una guardia mínima me quede en la oficina. Empecé a escribir, tratando de purgar mis demonios, de descargarme para poder estar un poco mas tranquilo y entra Adriana y se sienta en mi escritorio.
Ella trabaja hace un año en Atención al Publico de esta Dirección, tiene dos hijos, separada, veinticinco años y es bien gallega: Petisa, metro sesenta escaso, morocha, pelo corto, ojos oscuros, grandotes, del tipo árabe, muy buena cintura y con un culazo increíble. No le di bola, pero ella igual se quedo y empezó a cebar mate mientras yo escribía. Yo evitaba hacer contacto pero sabia que me miraba, no era boluda y me había pescado varias veces mirándole el culo cuando acomodaba los libros en las estanterías superiores. Me paso un mate y cuando lo agarre no lo soltó, se quedo así, con mi mano agarrando la suya y el mate y mirándome con esa humedad en los ojos...
En la Sala de Profesores empezamos a besarnos, a tocarnos, a franelearnos, a lamernos. Saque la billetera para darme cuenta que después de lo de anoche no me quedaba ni un puto forro, me quería matar, pero fue mejor, porque de a poco empezaron a volver a la oficina el resto de los empleados y no hubiera sido nada gracioso que nos agarraran cogiendo en el sofá.
A la tarde, cuando empezó a oscurecer, encare para Av. San Martín y siento que me chistan: Adriana. Caminamos juntos sin hablar y casi en la esquina, fui al kiosco a comprar cigarrillos y una caja de forros, la agarre de la mano y la hice entrar por el lado de Microbiología y ahí, detrás de un cerco de grateus empezamos de nuevo, me puse un forro y me monto: Hacia mucho que no me sentía tan vivo y sentí su orgasmo, denso, caliente. Después acabe yo. La acompañe a la estación de tren, del otro lado, atravesando todo el campus. Hablamos un poco, relajados, bien. Nos besamos al despedirnos, pero ninguno de los dos sabia si se iba a repetir.
En San Martín, yendo para la casa de Chuck, me lo encuentro en la calle. Venia de lo de su novia:
-Tanito! Iba a casa, a llamarte para ver como estabas, para juntarnos a tomar algo
En la Pizzería “El Gallego” pedimos una grande de muzza y una cerveza
-Como andas, Tanito?
-Bien, hermanito, muy bien...
Y era cierto...
14 comentarios:
Bueno, Sapo, pero no sabia que era ciencia ficcion. Cuando estuviste tres años con alguien? Si la que mas te duro, fueron apenas unos meses
Asi que lo de Janis es viejo, muy viejo. Entonces porque no la conosemos? Igual esta muy bueno Sapito. Besho. tkm
Y la ventana virtual en mi PC se convierte en puerta al pasado, rasgando el frágil entramado del espacio-tiempo, como si los años no hubieran nunca pasado, como si bastara abrir la puerta y caminar las necesarias dos cuadras y media para la parada del 670 en lugar de los cuatrocientos sesenta kilòmetros que hoy me separan de ese infame colectivo, o los mil que me separan de mi hermano allà lejos. Carajo, no tener una buena Quilmes Bock bien fría y una bolsa de manìes con cáscara, como corresponde...
Chuck
Hola, Tano!!!! Ya sabia de esto pero no sabia que estabas en internet. es cierto lo que dice maru: Cuando te bacaste tres años a una mina? Versero!!! Quien es este hermanop tuyo? Es un poeta!!! Si es el menor y esta soltero me conectascon el? je je je Te mandoun beso Tano
Estupida! Por que no cerras el orto? Pregunta antes de tirar cualquier estupidez. El hemano menor del Sapo fallecio, entendes, tarada? Porque no cerras el orto?
No le des bola, Sapito. A mi tambien me sorprendio lo de los tres años y ver que lo de la famosa Janis es de hace mucho. Veo que hay mucho de tu vida que nunca supimos. No te pongas mal por lo que dijo esta boluda, te quiero, BB
Si, Lau, mi hermano menor fallecio hace unos años. Esta todo bien, no tenias por que saberlo. Chuck no es mi hermano de verdad pero es como si lo fuera, para mi MAS que si lo fuera y, en realidad ya lo conoces. Si puedo conectarte con el, pero no creo que sea muy sano para tu salud: Creo que alguien te asesinaria antes de que puedas decirle: HOLA (y conociendote, yo haria lo mismo, jajajaja) Me alegro saber de vos.
Pauly, gracias por cuidarme, pero no hace falta que te pongas hecha una tigresa. Besos, vida
Lo sientop, tano, devreda que no sabia nada, que le pasop? no se quien es, chuk. devcis que lo conosco? no me acuerdo. te mando un beso, tanito y disculpame de nuevo
Cuando uno mete la pata hasta el ojete, está muy bien pedir disculpas... pero no podes urgar como una vieja de la feria. No podes preguntar qué le paso!!! Dejalo ahi linda, ya casi la estabas arreglando.
Coincido con Anonimo/a (sea quien sea) las disculpas pueden estar muy bien, pero nunca alcanzan para curar las heridas. La cagada ya te la mandaste, querida, asi que de ahora en mas mejor CERRA EL ORTO, BOLUDA!!!
Sapo, disculpame, pero vos sabes que tratandose de vos siempre soy un tigresa (en el sentido que quieras, BB, Grrrr) Te quiero, Sapito
Gracias por pasar al blog y por los comentarios, por acá apenas voy leyéndote. Luego te paso mis impresiones
Gracias Anonimo/a por haber pasado por mi humilde espacio. Debo decirte que, si bien agradezco tu participacion, me gusta que cuando alguien entra en mi casa (o en mi BLOG) e interactua de algun modo conmigo y mi entorno, deje su firma de modo que yo pueda saber quien es (Entendamonos, quizas no nos conozcamos pero quisiera saber si sos bueno, malo, hombre, mujer o Florencia de la V) Con la mejor onda, saludos de este pobre Sapo. Besos o Abrazos segun corresponda
Gracias, Tano! Ven? Si al tanop no le molesta ustedes que saltan? Ademas da la cara si tenes algop que decir!
De nada, Sapito. Creo que Euge tiene la ultima edicion, la de la tapa en colores, si la tiene te la escaneo y te la mando, si? Te extrañamos micho por aca, Sapo. Cuando venis? tkm
Laura sos una reboludaza!!! No cambias mas vos, tarada?
Quizás porque conozco las caras de varias historias es que se me hace un poco raro. Sobre todo porque para mi son caras distintas. Y lo que a mi respecta: Muy cierto, muy cierto… Enamorada del amor, de la ilusión, de la fantasía, de lo místico, de lo prohibido… También estaba enamorada del Rey Lagarto!!!
Nun
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