“Y ella entró como de ninguna parte hubo una mole de silencio en el bar y al tipo el mundo le importó tres cuernos, con la botella al hombro se invito a sentar en el próximo bar...” Los Caballeros de la Quema, “Luces de Bar”
Y bueno, aquí estaba otra vez, un lunes cualquiera en la mañana, con la resaca correspondiente a una nueva ruptura: Maria, una de las múltiples hermanas de Peque, quizás la única mujer que me hubiese acompañado en mi reciente, y no muy definido aun, proyecto de irme lo mas lejos posible de mi puta y querida Buenos Aires, acepto el golpe, me beso y se fue, no sin darme antes una despedida acorde en el telo que esta cerca de la Terminal de Ómnibus de Lujan. Una tigresa.... Creo que vamos a vernos de nuevo, alguna otra vez, para despedirnos si es que me voy o para revolcarnos si es que me quedo...
En fin, el tema es que estaba en mi oficina pensando en todo esto, cuando suena el teléfono: Didi, la hermana del Cejas, y esto merece un párrafo aparte:
Didi, Ro y Ely eran tres amigas, compañeras del secundario, que andaban juntas para todos lados como gemelos siameses unidos por la cadera cuando éramos crios. El garca de Anibal (un tipo que alguna vez considere un hermano) había salido con ellas en distintas oportunidades, primero con Ro que estaba muy buena y después con Didi que estaba loca. Ambas historias habían acabado mal y conociéndolo al tipo no me sorprende. Todos nos habíamos querido meter en los calzones de Ely, en un momento u otro, sobre todo Chuck, pero se le había escapado, y los demás nunca tuvimos oportunidad. Particularmente, creo que yo les caía bastante mal a las tres. Pero el tiempo paso, cada vez nos vimos menos entre nosotros y ellas entre si, y de golpe, las tres quedan solteras al mismo tiempo y tienen un ataque de adolescencia (Didi. Ro y Ely estaban al pedo y aburridas así que la seguían). De caerles mal pase a ser un referente para su adolescencia perdida e inexistente y se nos pegaron como lapas. Mi inmerecida fama de bohemio, de rebelde, de soltero empedernido, de mujeriego impenitente y de seductor Bukowskiano (Esto es: Feo como dolor de muelas pero con “chamuyo bonaerense” cien por ciento efectivo) las intrigaba una barbaridad. Ahora volvamos al motivo de su llamado...
Había una fiesta organizada por los chicos de los Centros de Estudiantes de la Facultad de Veterinaria y la Facultad de Agronomía en conjunto, era en el galpón de Av. San Martín. Yo no se si se habían enterado por el Cejas o por mi (ninguna de las dos fuentes me parece muy viable. Más probablemente lo haya escuchado en la radio, aunque yo ando medio disperso últimamente). El tema es que quería saber si íbamos a ir y, si era así, si podían ellas venir con nosotros. Por supuesto que yo, por mi trabajo y también por ser amigote y compañero de muchos de los chicos del Centro de Estudiantes de la Facultad de Veterinaria tenia que ir, y si las rayadas estas querían venir, por mi muy bien y, de paso, estrenemos el auto nuevo de Ro que yo, como siempre, ando a pata. Así quedamos, para el sábado.
Melisa entro a traerme el café que siempre me traía a media tarde y la mire: Esta muy buena, juega siempre a la seductora pero te recuerda a cada rato que esta de novia hace cinco años con el mismo tipo, su primer novio: Afortunado, el muy hijo de puta. Vi que me miraba de reojo así que entre en el juego de todos lo días y le pedí que me alcanzara no se que expediente. Ella, como todas las tardes, se inclino en el archivero dándome un hermoso primer plano de sus caderas y mirándome por sobre su hombro para ver mi reacción: Tenia unos shorts mínimos, muy ajustados, inexistentes. Por un momento pensé en levantarme y apoyarla, estoy seguro de que se va a frotar, pero da para quilombo y este trabajo es una mierda pero es lo único estable, el ultimo cable a tierra que me queda para no desquiciarme del todo. Suspire, me quede en el molde y le agradecí el expediente y el café. Necesito estar solo y pensar un poco, aclarar las ideas. Tuve un día complicado, el Secretario y los de la Comisión no dejaron de romperme la bolas hasta ultima hora. Me estaba yendo y sonó el teléfono: Janis. No sabía si ponerme a reír o a llorar, si cortarle o darle cabida...
Le di cabida, por supuesto, es como si ella tuviese un imán para darse cuenta cuando estoy solo y mal. Hablamos un rato y quedamos en vernos: No me lo dijo, pero ella tampoco estaba bien. Nos encontramos en “Nastase”, el barcito de Av. San Martín.
Y bueno, aquí estaba otra vez, un lunes cualquiera en la mañana, con la resaca correspondiente a una nueva ruptura: Maria, una de las múltiples hermanas de Peque, quizás la única mujer que me hubiese acompañado en mi reciente, y no muy definido aun, proyecto de irme lo mas lejos posible de mi puta y querida Buenos Aires, acepto el golpe, me beso y se fue, no sin darme antes una despedida acorde en el telo que esta cerca de la Terminal de Ómnibus de Lujan. Una tigresa.... Creo que vamos a vernos de nuevo, alguna otra vez, para despedirnos si es que me voy o para revolcarnos si es que me quedo...
En fin, el tema es que estaba en mi oficina pensando en todo esto, cuando suena el teléfono: Didi, la hermana del Cejas, y esto merece un párrafo aparte:
Didi, Ro y Ely eran tres amigas, compañeras del secundario, que andaban juntas para todos lados como gemelos siameses unidos por la cadera cuando éramos crios. El garca de Anibal (un tipo que alguna vez considere un hermano) había salido con ellas en distintas oportunidades, primero con Ro que estaba muy buena y después con Didi que estaba loca. Ambas historias habían acabado mal y conociéndolo al tipo no me sorprende. Todos nos habíamos querido meter en los calzones de Ely, en un momento u otro, sobre todo Chuck, pero se le había escapado, y los demás nunca tuvimos oportunidad. Particularmente, creo que yo les caía bastante mal a las tres. Pero el tiempo paso, cada vez nos vimos menos entre nosotros y ellas entre si, y de golpe, las tres quedan solteras al mismo tiempo y tienen un ataque de adolescencia (Didi. Ro y Ely estaban al pedo y aburridas así que la seguían). De caerles mal pase a ser un referente para su adolescencia perdida e inexistente y se nos pegaron como lapas. Mi inmerecida fama de bohemio, de rebelde, de soltero empedernido, de mujeriego impenitente y de seductor Bukowskiano (Esto es: Feo como dolor de muelas pero con “chamuyo bonaerense” cien por ciento efectivo) las intrigaba una barbaridad. Ahora volvamos al motivo de su llamado...
Había una fiesta organizada por los chicos de los Centros de Estudiantes de la Facultad de Veterinaria y la Facultad de Agronomía en conjunto, era en el galpón de Av. San Martín. Yo no se si se habían enterado por el Cejas o por mi (ninguna de las dos fuentes me parece muy viable. Más probablemente lo haya escuchado en la radio, aunque yo ando medio disperso últimamente). El tema es que quería saber si íbamos a ir y, si era así, si podían ellas venir con nosotros. Por supuesto que yo, por mi trabajo y también por ser amigote y compañero de muchos de los chicos del Centro de Estudiantes de la Facultad de Veterinaria tenia que ir, y si las rayadas estas querían venir, por mi muy bien y, de paso, estrenemos el auto nuevo de Ro que yo, como siempre, ando a pata. Así quedamos, para el sábado.
Melisa entro a traerme el café que siempre me traía a media tarde y la mire: Esta muy buena, juega siempre a la seductora pero te recuerda a cada rato que esta de novia hace cinco años con el mismo tipo, su primer novio: Afortunado, el muy hijo de puta. Vi que me miraba de reojo así que entre en el juego de todos lo días y le pedí que me alcanzara no se que expediente. Ella, como todas las tardes, se inclino en el archivero dándome un hermoso primer plano de sus caderas y mirándome por sobre su hombro para ver mi reacción: Tenia unos shorts mínimos, muy ajustados, inexistentes. Por un momento pensé en levantarme y apoyarla, estoy seguro de que se va a frotar, pero da para quilombo y este trabajo es una mierda pero es lo único estable, el ultimo cable a tierra que me queda para no desquiciarme del todo. Suspire, me quede en el molde y le agradecí el expediente y el café. Necesito estar solo y pensar un poco, aclarar las ideas. Tuve un día complicado, el Secretario y los de la Comisión no dejaron de romperme la bolas hasta ultima hora. Me estaba yendo y sonó el teléfono: Janis. No sabía si ponerme a reír o a llorar, si cortarle o darle cabida...
Le di cabida, por supuesto, es como si ella tuviese un imán para darse cuenta cuando estoy solo y mal. Hablamos un rato y quedamos en vernos: No me lo dijo, pero ella tampoco estaba bien. Nos encontramos en “Nastase”, el barcito de Av. San Martín.
Llegue temprano. No, no llegue temprano, llegue a horario y creo que mi adicción al alcohol es culpa de la impuntualidad de las mujeres: En media hora o cuarenta y cinco minutos que ellas tardan en llegar yo me vuelco dos cervezas y voy por la mitad de la tercera. Para cuando llego, con su presencia arrolladora, con esa nube de personalidad que la rodea que hace que todo el bar deje de comer maníes y se quede con el pucho o el vaso a mitad de camino hacia la boca, yo ya estaba medio “embebido”. Me dio un pico, como siempre, ante la envidia de los parroquianos que siempre me veían con una distinta y debían pensar ”como hará este feo hijo de puta?”...
Como de costumbre, mi dulce Janis respiraba autosuficiencia, pero a mi no me engañaba: Estaba mal. No se si triste, hastiada, cansada o insatisfecha. Creo que sigue cogiendo con el flaco este del norte o con el hermano, o con ambos y, aunque fue muy discreta al respecto, me di cuenta que un mal rollo había tenido durante el fin de semana. Yo tampoco estaba muy bien. Vuelteo un poco, pero después de unos besos nos fuimos a el telo de la calle Empedrado (a estas alturas creo que yo solo debo haber pagado las cocheras nuevas y la remodelación del primer piso de ese hotel). No soy un tipo de los que se dice sexualmente potente: En lo que dura un turno de hotel dos o tres a lo mas, pero con Janis...
Me destrozo, como siempre, me dejo molido como si me hubiese pasado un tractor por encima... Cuando echamos el cuarto y nos derrumbamos en la alfombra abrazados, cansados y transpirados, le limpie el pegote de la cara y no tuve mejor idea que tartamudear algo acerca de estar juntos, de probar de nuevo...
Hubiese preferido que se ría a carcajadas, que me dijera que no, que me mandase a la mierda, que me dijera: “Estas en pedo”, cualquier cosa antes que la tierna sonrisa y el casto beso que me dio... Siempre me hacia eso y era cuando yo sentía que estaba cometiendo un incesto, que me estaba cogiendo a mi hermana. Nos peleamos, discutimos mal, nos dijimos cosas muy feas y nos fuimos re calientes, cada uno por su lado... En fin, no aprendo más... Y lo peor es que cuando me vuelva a llamar, voy a volver a ir... Y si no me llama, se que voy a terminar llamándola yo...
Al otro día, estaba en la oficina, resacoso, con el cuerpo hecho pelota y con un humor de mierda que no me aguantaba ni yo. Melisa se dio cuenta y casi no entraba en mi oficina, pero con voz medio fastidiosa me pasa un llamado por la línea externa: Didi de nuevo (en mis veintiséis años no me había llamado nunca por teléfono y ya van dos veces en dos días). No se como pero termino con ella y con Ely en un bar de Villa Devoto. Increíble: Yo decía cualquier boludez, pero cualquier boludez en serio y ellas fascinadas… No me doy cuenta cual de las dos es la que esta caliente conmigo porque en eso, son muy compinches, pero por suerte llaman a Didi al celular y se tiene que ir. Mi humor ya había cambiado bastante después de dos Quilmes de litro y de reírme para adentro de las dos y mejoro bastante más cuando me quede solo con Ely. Veinticuatro años, es petisa, no pasará del metro cincuenta y cinco (me llega apenas a la base del esternón... Y eso con tacos!!!), pero es MUY linda: Rubia, pelo ondulado corto, facciones muy finas, muy buen cuerpo, abundante en los lugares precisos y magro donde tiene que serlo. Para sorpresa mía no es ninguna hueca, al contrario, es bastante inteligente, al margen de cultura general y capacidad intelectual se esta por recibir de contadora… Yo sabia que era hija de padres separados (madre católica, padre judío... Pensé en Flor y en Laura con un escalofrío, pero ella parece mas allá de esas cuestiones). Muy fiel en su vida amorosa, tuvo solo cuatro novios y algún que otro enrosque, “cagamos” pensé… En eso le suena el celular: Didi, “que si todavía estábamos en el bar, que perdón, que no se dio cuenta, que se fue sin pagar su parte, que le digamos cuanto es…”. Me sonó a celitos, “así que es ella, nomás?”. Mala suerte. De todos modos le tiro un par de palos a Ely y ella los recibe pero ni los acepta ni los rechaza. Sonríe mucho y tiene una sonrisa de lo mas cautivadora. No se por que, pero estoy medio como cohibido y no quiero tirarme a la pileta, me pongo cauto. Insólito en mi: Cuando la salude, ella me abrazo mas de la cuenta pero no me anime a ir por la boca. Me acosté pensando en ella... Pero cuando al fin me pude dormir, soñé con Janis...
Como de costumbre, mi dulce Janis respiraba autosuficiencia, pero a mi no me engañaba: Estaba mal. No se si triste, hastiada, cansada o insatisfecha. Creo que sigue cogiendo con el flaco este del norte o con el hermano, o con ambos y, aunque fue muy discreta al respecto, me di cuenta que un mal rollo había tenido durante el fin de semana. Yo tampoco estaba muy bien. Vuelteo un poco, pero después de unos besos nos fuimos a el telo de la calle Empedrado (a estas alturas creo que yo solo debo haber pagado las cocheras nuevas y la remodelación del primer piso de ese hotel). No soy un tipo de los que se dice sexualmente potente: En lo que dura un turno de hotel dos o tres a lo mas, pero con Janis...
Me destrozo, como siempre, me dejo molido como si me hubiese pasado un tractor por encima... Cuando echamos el cuarto y nos derrumbamos en la alfombra abrazados, cansados y transpirados, le limpie el pegote de la cara y no tuve mejor idea que tartamudear algo acerca de estar juntos, de probar de nuevo...
Hubiese preferido que se ría a carcajadas, que me dijera que no, que me mandase a la mierda, que me dijera: “Estas en pedo”, cualquier cosa antes que la tierna sonrisa y el casto beso que me dio... Siempre me hacia eso y era cuando yo sentía que estaba cometiendo un incesto, que me estaba cogiendo a mi hermana. Nos peleamos, discutimos mal, nos dijimos cosas muy feas y nos fuimos re calientes, cada uno por su lado... En fin, no aprendo más... Y lo peor es que cuando me vuelva a llamar, voy a volver a ir... Y si no me llama, se que voy a terminar llamándola yo...
Al otro día, estaba en la oficina, resacoso, con el cuerpo hecho pelota y con un humor de mierda que no me aguantaba ni yo. Melisa se dio cuenta y casi no entraba en mi oficina, pero con voz medio fastidiosa me pasa un llamado por la línea externa: Didi de nuevo (en mis veintiséis años no me había llamado nunca por teléfono y ya van dos veces en dos días). No se como pero termino con ella y con Ely en un bar de Villa Devoto. Increíble: Yo decía cualquier boludez, pero cualquier boludez en serio y ellas fascinadas… No me doy cuenta cual de las dos es la que esta caliente conmigo porque en eso, son muy compinches, pero por suerte llaman a Didi al celular y se tiene que ir. Mi humor ya había cambiado bastante después de dos Quilmes de litro y de reírme para adentro de las dos y mejoro bastante más cuando me quede solo con Ely. Veinticuatro años, es petisa, no pasará del metro cincuenta y cinco (me llega apenas a la base del esternón... Y eso con tacos!!!), pero es MUY linda: Rubia, pelo ondulado corto, facciones muy finas, muy buen cuerpo, abundante en los lugares precisos y magro donde tiene que serlo. Para sorpresa mía no es ninguna hueca, al contrario, es bastante inteligente, al margen de cultura general y capacidad intelectual se esta por recibir de contadora… Yo sabia que era hija de padres separados (madre católica, padre judío... Pensé en Flor y en Laura con un escalofrío, pero ella parece mas allá de esas cuestiones). Muy fiel en su vida amorosa, tuvo solo cuatro novios y algún que otro enrosque, “cagamos” pensé… En eso le suena el celular: Didi, “que si todavía estábamos en el bar, que perdón, que no se dio cuenta, que se fue sin pagar su parte, que le digamos cuanto es…”. Me sonó a celitos, “así que es ella, nomás?”. Mala suerte. De todos modos le tiro un par de palos a Ely y ella los recibe pero ni los acepta ni los rechaza. Sonríe mucho y tiene una sonrisa de lo mas cautivadora. No se por que, pero estoy medio como cohibido y no quiero tirarme a la pileta, me pongo cauto. Insólito en mi: Cuando la salude, ella me abrazo mas de la cuenta pero no me anime a ir por la boca. Me acosté pensando en ella... Pero cuando al fin me pude dormir, soñé con Janis...
9 comentarios:
Bueno, Sapo... Me parece que la Janis esta ya esta rayando en lo obsesivo, aunque ayudaria mucho que los posteos estuviesen en orden cronologico, porque yo no se donde estoy parada... Te digo que al principio me daba cosa ver nuestras historias, nuestras idas vueltas en internet, pero ahora tengo como ganas de que publiques alguna de las nuestras. No se, estoy medio loca supongo. Te quiero, BB
No se quien sea la famosa "Janis", pero aunque tampoco se quien sea "Pauly" estoy de acuerdo con ella. Que paso, Sapito? Te pinto el enamoramiento? A vos? Naaaahhh... Sos hijo de puta, a todas nos dejaste con la leche (aunque la referencia a los "lacteos" sea bien malintencionada, vos sabes lo que quiero de dicir) Sabes que te odie mucho? Despues se me paso, pero sigo sin saber porque te queriamos, todas nosotras. TKM, Sapito. Portate mal, pasala bien
Si. Quien es la tal Janis? Pense que era yo, pero me doy cuenta que no. Es cierto que si los pusieras en orden seria mas facil y cada quien sabria quien es cada cual. No cambias mas: Haces todo lo posible para quemarnos la cabeza. Por que te fuiste? Te extraño. La Reyna du Cabernet Sauvignon
Ya me siento medio raro de ser el único varoncito que hace comentarios... Pero bueno, no solamente tus chicas te extrañan por acá.
Y no te hagas problemas por los que preguntan por Janis, que a buen entendedor pocas palabras. Al fin y al cabo, todos tenemos nuestras obsesiones, y la tuya era bastante màs interesante que la de no pisar los espacios entre las baldosas o tener que abrir y cerrar la puerta quince veces.
Segui publicando, que no me canso de leer; es realmente adictivo.
Un abrazo de tu hermanito.
Chuck
Bueno pero es que... Por que nada mas que con ella? Y nosotras? Que? No sera la tetona esa que llevaste al asado de la facu? La que queria matar Maru? O es la tatuada? Me parecio que la tatuada era la "Romy" de la otra historia. O es esta? Me estas mareando, Sapo. Te quiero, BB
Leí cada capítulo ansiosa de pasar al siguiente, lo bueno de no conocer a nadie es que la puedo vivir como una NOVELA de lo más atrapante. Espero los próximos capítulos pronto. Te mando un beso y un abrazo cariñoso. Cheli.
No, Pau, me parece que la tetona del asado era veronica o algo asi y no duro ni dos semanas con el sapo (creo que se anduvo con el toro despues) Si, cierto, que la queria matar a la tarada esa, te acordas, Sapo? Era re creida mostrando el tetaje todo el tiempo. Menos mal que la mandastes a la mierda. Besinhos, Sapinho
:-P
Muy bueno Antuco!! Se te extraña, segui escribiendo...muy bueno
Muy bueno Antuco!! Se te extraña, segui escribiendo...muy bueno
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