"Que si aguanto te odio tanto, que si te quiero te espanto, que me rio y te hace mal; no hay fracaso mas rotundo que haberse venido al mundo, pa morirse y nada mas" La del Toro, Bersuit Vergarabat
Esa primera semana en la oficina fue una verdadera tortura; creo que no hay nada peor que prohibirle algo a alguien para que se duplique su deseo de hacer exactamente eso. Vacié el contenido de mi armario que para ese entonces parecía una licorería, tantas eran las botellas que me habían ido regalando los Docentes de la facu, y las distribuí entre los mas cercanos con un poco de rabia: Había cosas muy buenas!!!!. Con el cigarrillo y el café fue un infierno, no deje ni uno ni el otro, pero trataba de moderarme. Y en cuanto al sexo...
Melisa estaba ahí y seguía con su jueguito y yo ni en pedo iba a decirle que entre las cosas que me habían prohibido estaba eso, pero siempre era histeriqueo, nunca llegábamos a nada. Se hacia medio frustrante. También estaba Xime, una amiga de ella que parecía su versión en morocha de ojos claros y también estaba muy buena y que, gracias todos los Dioses, trabajaba en el Hospital Escuela, atravesando todo el Campus... Y había una piba, Mariela, también morocha y de ojos claros, que era la mas joven de los docentes que tenían tratos con mi oficina y que estaba empezando a interesarme antes de caer al Hospital. Cada vez que sonaba el teléfono desde la línea externa o el celular pegaba un salto, pensando que podía ser Janis. Pero no llamo y yo necesitaba desesperadamente hablar con ella... Y yo tampoco la llame.
Llego el viernes y no me banque quedarme en casa donde a nadie le había extrañado mi desaparición de mas de una semana y donde, al volver, me preguntaron “como me habia ido”, así que fui con Peque, el Tigre y el Toro a “El Escandinavo”. Romy me recibió como si no hubiera pasado nada, con el pico acostumbrado y me pregunto si me había ido de nuevo de viaje, así que le conteste que si, que me ido a visitar el Río Estigia pero que había vuelto, porque estaba seguro de que no iba a entender el sarcasmo... Pase la noche estirando mi litro de cerveza porque no quería exagerar y el Vaca y el Toro me apuntan a una pelirroja riquísima que estaba en la mesa de al lado y que me había clavado unos ojazos verdes medio extraviados... Puteo para adentro y le digo a los locos que la colorada estaba con un compadre, que si estaba ocupada era una cuestión de propiedad, que por esta noche pasaba y ellos se me entraron a cagar de risa y que desde cuando?, que si ya estas en pedo, que que te pasa, que si se hace el loco lo matamos, que estas apagado, Tanito o te dejaron puesto el freno de mano?
Y la verdad es que la piba esta muy buena y es cierto que mira para este lado y ahora me mira también el compadre que esta con ella y con bastante cara de orto, así que me di media vuelta y, de espaldas a ellos, pedí otra cerveza. Romy me la trajo y, con una sonrisa rarísima, también me señalo a la flaca... La colorada me llama golpeándome el hombro desde su silla y me pide fuego y, no pude contenerme, le saque el cigarrillo de la boca, lo prendí y se lo puse en los labios de vuelta diciéndole “te hace mal fumar” y ella se empezó a reír y me siguió hablando. Tenia una voz potente, muy armoniosa.
Yo miraba al pobre flaco que estaba con ella, de unos treinta y pico, que tenia una cara de lo mas desgraciada... Me dio pena, así que corte la charla y volví a lo mío. Al rato me tocan el hombro y me doy vuelta medio fastidioso ya... La colorada estaba sola en la mesa, el compadre había ido arriba, al baño. Me pase a la silla de al lado y empezamos a hablar. Carolina, cantante en “The Performers” una pequeña compañía de teatro que hacia musicales de Shakeaspare en ingles para chicos, mezzo soprano (por eso me había llamado la atención su voz), veintinueve años, soltera y sin novio, el loco que estaba con ella (y que justo en ese momento bajaba por la escalera) era el sonidista, un amigo nomás, pero su cara cuando me vio sentado con ella me hizo pensar que tenia como ganitas de cagarme a trompadas aunque no le daba el físico al petiso. El loco se sentó al lado mío con cara resignada, se presento y empezó a hablar de un montón de boludeces mientras Caro me apretaba la rodilla por debajo de la mesa. Me disculpo, voy hasta la barra y le pido a Romy que lo llame con cualquier excusa, que necesito hablar con la flaca a solas. Ella me acaricio la cara, me hizo un guiño cómplice y me dijo: “Bueno... Pero me vas a deber una”
En la mesa, estábamos sentados los tres y, de repente el loco se levanta y va para la barra, por el reflejo del vidrio de la heladera veo a Romy desplegando su lado histérico con maestría y, rápido, antes de que vuelva, Caro me dice:
-“El pesado este no me va a dejar en paz... Me voy con el, tomo un taxi, pego una vuelta y vuelvo... Te parece?”
-“Como vos digas, bombón. Yo voy a estar aquí, volve o no vuelvas... Vos fijate”
-“Voy a volver”
En eso vuelve el flaco. Caro dice que tiene sueño y que mañana tiene que ensayar para una audición. El loco se pone contento y se despide mientras le pone la campera sobre los hombros (todo un caballero, pobre boludo). Le doy la mano y Caro, cuando me saluda, me besa la mejilla pero me mete la punta de la lengua en la comisura de los labios. Se van.
Vuelvo a la mesa con los míos que no habían perdido detalle y me bardean: “se te escapo la tortuga, Gringo?”, “estaba entregada... Que paso?”. No les respondo, pido un cigarrillo y me siento a fumar... Y a esperar...
Al tercer pucho, Romy ya me miraba apiadada y me sonreía como compadecida, me esta por decir algo y llega Caro (me asombre un poco, yo estaba seguro que no iba a volver) y me dice:
-“Esta el taxi esperando... Vamos?”
-“Adonde?”
-“A cualquier lado... No importa... El salame este no se me despegaba...”
Me voy entre los vítores de mi mesa (donde ya estaban todos bastante en pedo), me subo al taxi y Caro le da una dirección al chofer, se acurruca y me come la boca. Freno en un kiosco para comprar cigarrillos, forros y cerveza y pienso en como mierda me meto en estas situaciones.
Caro vivía sola en un departamento abuhardillado en el ultimo piso de un edificio muy viejo, en el centro. Linda cucha, me gusto bastante, tenia una foto enorme de Cortazar en una pared y el resto estaba lleno de fotos en blanco y negro de ella y otra gente sobre distintos escenarios. Nos sentamos a tomar cerveza en el piso, sobre la alfombra. Para un primer encuentro, mi desempeño fue malo tirando a peor... La deje pagando las dos veces, estaba bastante borracho y medio paranoico con lo que me había dicho Guillermo en el hospital. Me dio el teléfono y quedamos en vernos el sábado y salir a comer. Amanecía ya.
Al medio día del sábado sonó el teléfono en casa: Janis.
Hablamos un poco, quería saber como estaba, que me extrañaba (y yo a ella, los Dioses lo saben), le digo de vernos, de juntarnos a charlar. Mala suerte, se va para el norte, el flaco que ahora esta con ella tiene familia ahí, pero medio quedamos para la semana que viene. Cuando colgué, mire a mi familia que por anticipado paladeaba otro garrón, pero pongo mi mejor cara de circunstancia y cuelo afuera a fumar, me voy hasta la avenida y la llamo a Caro desde el publico. Tengo que mentirle y odio mentir, no me gusta, pero tampoco le quiero decir la verdad porque no la entendería. Me atiende el contestador (mensaje repetido en castellano y en ingles), lo que me facilita bastante las cosas: “Me salió un trabajo, bombón, voy a estar fuera el fin de semana, en Torquinst. Te llamo cuando vuelva o llamame vos al...”.
Vuelvo a casa y no estoy bien. Me encierro en el taller, no puedo dejar de pensar. Agarro las gubias y no tenia madera así que manoteo un pedazo de eucalipto (madera de mierda si la hay) que mi tío había dejado tirado y sin saber que va a salir lo entro limar, a cortar, a desbastar... Una de las mejores piezas que hice (y solo era un bosquejo!!!): Mujer desnuda, arrodillada, con el pelo largo hasta media espalda, medio rizado, el culo apoyado en los talones, las manos sobre los muslos, las piernas apenas separadas, el cuello estirado hacia los cielos, la cabeza echada hacia atrás y la puta madre que me parió: Era Janis. No tenia cara pero era ella, era su cuerpo y hasta había medio empezado una “J” en la base. Puteando la tire a un rincón y salí de ahí, me cago en Dios, con una garra en la garganta... Puedo ser tan pelotudo yo solo, sin ayuda de nadie? Si hacen falta por lo menos tres para juntar tanta enfermedad, tanto deseo enfermizo por una mina que se caga en mi, que me quiere y me odia casi con la misma intensidad...
Mas tarde, suena el celular: Caro
-Por que me mentiste? No estas en Torquinst...
-Si, bombón, estoy en Torquinst, haciendo un trabajo. Cuando vuelva te llamo y...
-Tengo identificador de llamadas y me llamaste desde un publico de Ballester... Te deje entrar a mi casa: Por que me mentiste?
-Te llame desde un publico de Ballester ANTES de irme, ahora ESTOY en Torquinst, cuando vuelvo te...
-El Roamming de tu celular esta desactivado, por que me mentiste? Si yo te deje...
-Mira, Caro, ESTOY EN TORQUINST y estoy laburando, no puedo ni quiero tener esta conversación ahora, yo...
Estaba llorando... Desde el otro lado de la línea la oía llorar despacito, con sollozos ahogados y yo estaba particularmente sensible por Janis, y también sentía muchas ganas de llorar y las palabras se me amontonaron en la boca y otra mentira se me escapo como un escupitajo:
-No llores, bombón, te voy a decir la verdad, no tengo un mango y me dio vergüenza decírtelo porque recién nos conocemos, pensé que cobraba hoy y en el cajero no había plata y...
-En serio? Era eso nada mas? No necesitas plata, yo...
-Si, bombón, era eso, no quería que pienses que soy un seco, pero si: Soy un seco y...
-Venite a mi casa ahora
-Me encantaría, pero...
-Tomate un taxi, lo pago yo...
-No si no es eso, puedo ir pero lo que pasa es que...
-Veni a mi casa ahora, POR FAVOR, veni... Bueno, a casa no, nos vemos en el bar de anoche...
-Ok, ok, en una hora estoy allá
Colgué sintiéndome de lo mas desgraciado. Me bañe y me afeite, evite mirarme al espejo porque sabia que estaba como un trapo, me vestí y, antes de salir, me metí al taller y agarre la estatuilla de Janis. Se había raspado un codo nomás pero la madera estaba intacta, la retoque un poco y, a partir de la “J” que había empezado, talle un “JCARO” con diez golpes de gubia, con una “C” muy recargada para que no se notara y me fui para "El Escandinavo". Ni la pulí ni la lustre...
Llegue y recién abrían, Romy estaba sola preparando todo. Se puso contenta de verme pero estaba rara, cuando nos saludamos me corrió un poco la cara como para hurtar los labios al beso. Me sirvió una cerveza y me pregunto “como me había ido con la “cabeza de fósforo” esa”... Ni le conteste. Nos quedamos ahí, en la barra, al lado de la Valquiria que yo había tallado una vez con un pedazo de cedro que había sido el cajón de un escritorio cualquiera y que formaba una especie de altar, siempre con una vela encendida.
Romy esta mas linda que de costumbre, se había pintado, estaba mejor vestida. Llega un loco rubio, medio pelado y entran a besarse contra la barra como si estuvieran cogiendo y la veo a ella mirándome con un ojo medio entreabierto. Me dio un ataque de risa, me revise hacia adentro y no, ni rastro de celos. Me presenta al chabon y nos abrazamos, no me acuerdo del nombre, pero hablaba raro, como “zezeando”, había vivido un tiempo en la Madre Patria y me estaba contando no se que mierda de allá, cuando llega Caro y se repite el juego pero a la inversa: Me tira contra la barra y me parte la boca, abro un ojo y Romy tenia esos ojazos azules que despedían llamas.
Nos quedamos en la barra y Caro reconoció la firma en el escudo de la Valquiria, me había visto el mismo signo tatuado en el deltoides derecho y me pregunto si la había tallado yo así que metí la mano en el morral, saque la estatuilla de Janis y se la di
-Para mi? Soy yo?
-Si...
-Nunca nadie hizo esto por mi... Me hiciste un poquito mas linda...
Pobre Caro, estaba tan linda así, emocionada, con la mejillas brillantes. Me abrazo. Yo tenia la garganta agarrotada. Caro era muy linda, pero...
Me sentí medio mal y estuve a punto de decirle que no, que yo era un hijo de puta, que desde Janis no podía estar con ninguna mujer y que, por eso, necesitaba estar con todas; pero no le dije nada.
Nos quedamos en la barra tomando algo y charlando hasta que se torno zona peligrosa: Romy pasaba cada vez mas cerca de ella con la bandeja y yo ya veía a Caro con un Tequila Sunrise o un Daiquiri de sombrero. Para completarla cae la banda en pleno y me entran a saludar. Demasiada gente.
En su casa nos sentamos en el piso a tomar cerveza y a charlar. Era cierto que había tenido una audición para "Drácula" y estaba contenta por que creía que le había ido bastante bien. La charla se volvió mas escabrosa cuando giro en torno a mi mentira sobre el viaje a Torquinst, había tenido un mal rollo con un ex que la perseguía y le dejaba amenazas en el contestador (por eso el identificador de llamadas y las multiples cerraduras en la puerta) pero me dijo que desde que me vio se había dado cuenta de que “éramos compatibles”. Eso me freno en seco y le empecé a explicar que en lo que toca a relaciones yo estaba jodido, que el interés y el entusiasmo iban a durar lo que un pedo en la mano, pero me empezó a besar impidiéndome hablar. El primero ahí, en la alfombra y otra vez la deje pagando, la estatuilla me miraba desde la mesita así que para el segundo la cargue y la lleve a la cama y... Otra vez la deje pagando. Me empecé a preocupar y fui bajando: la bese, la mordi y la lamí hasta que pareció que le daban convulsiones. A partir del tercero todo marcho normalmente, claro que tuve que cerrar los ojos e imaginar que estaba con Janis. No entendía por que: Caro es realmente muy linda, no es el mismo tipo de belleza, pero no tiene nada que envidiarle...
Hubo un cuarto (cosa rara en mi) de perrito y ya no necesite de ayudas imaginarias. Me fui contento y relajado cuando el sol sacaba el morro para espiar la ciudad.
A Caro la llamaron de la producción para otra entrevista así que estuvimos casi una semana sin vernos, pero nos llamábamos todos los días. En el medio me encontré con Janis a tomar algo y estuvimos un buen rato hablando, como antes, sin sexo. No le conté nada del hospital, ni de mi relación con Caro, ni ella me contó nada de sus relaciones: Era como un acuerdo tácito.
Me fui muy aliviado de ese encuentro, era como que podía estar con ella sin desearla, como que ya no la necesitaba de ese modo, como antes y, paradójicamente, me hacia anhelar con mas fuerza el momento de encontrarme con Caro.
Le dieron el papel en "Drácula" y fuimos a festejarlo a una pizzería de Belgrano. Era un papel secundario pero era la puerta de entrada a muchas otras cosas: Bienestar económico, jornada laboral mas precisa, continuidad... Caro estaba muy feliz y yo también por ella. Nuestra relación marchaba como una maquinita perfectamente aceitada, hasta que los ensayos se empezaron a hacer mas frecuentes y mas largos y ella empezó a venir con dolor de cabeza y un humor de mierda que realmente la afeaba mucho y, para completarla, tuve que ir al hospital (donde no volvía desde que me habían dado el alta) porque Guillermo me llamo y me cago a puteadas, me amenazo con pasar un informe de Salud Laboral a mi trabajo y no se cuantas cosas mas.
Fui. Me tomo la presión que seguía para la mierda, me hizo sacar sangre. Me pregunto por que no había tomado los medicamentos que me había dado y me pregunto por mis viejos (óbitos ambos: cáncer e infarto respectivamente) así que me hizo hacer un ECG y un montón de estudios mas... Nada. Siguió indagando para atrás en mi árbol genealógico y... La Palabra empezó a revolotear por el consultorio como una polilla enloquecida por la luz...
Me dejo solo. Fue a buscar a un colega que tenia cara de tener hemorroides (“almorranas”, diría doña Antonia, la gallega de enfrente de casa) y me empezó a hacer preguntas a lo pavo sobre mi familia inmediata (que carajo puedo saber yo si todos se murieron antes de que nazca o cuando era un crío?). Al llegar a mi abuelo materno la Palabra dejo de dar vueltas alrededor de la lamparita de mierda del consultorio y se transformo en diagnostico, veredicto y sentencia: Leucemia. “Cagamos”, pensé.
Me metieron un trocar (una mecha de seis milímetros) en el fémur de la pierna derecha, sacaron un átomo de medula ósea (caracu que le dicen, como para el puchero), me clavaron una aguja del grosor de un clavo entre las vértebras lumbares y me hicieron prometer que iba a tomar las pastillas de colores que me habían recetado y que iba a volver dentro de diez días, cuando estuviese lista la biopsia. A mi en ese momento me dolía la vida, la cintura, la pierna, el pelo, el pantalón y tenia unas ganas terribles de irme lo mas lejos posible de esos dos sádicos de mierda así que les prometí que si, lo que quieran, cualquier cosa pero déjenme ir...
Me metí en un bar y me quede tomando cerveza, fumando y mirando pasar la gente y las horas. Cuando me fui era muy tarde y yo estaba borrachísimo. Caro se puso furiosa y me armo una escena fantástica (ya dije que era mezzo-soprano? Cuando gritaba era un huracán). No le dije nada del hospital aunque me pregunto porque rengueaba y le empecé a hacer mimos hasta que se calmo y pudimos tener un revolcón de los buenos, Caro usaba muy bien la boca y no solo para cantar. Pase la noche ahí, con ella, mirándola dormir.
Al otro día en la oficina y con resaca para variar, hable con el Cejas para afinar algunos detalles del viaje (nos íbamos para el norte) y después la llame a Janis para pedirle prestada la mochila. Quedamos en juntarnos a almorzar en Devoto el jueves.
Después de la oficina fui a clases y me junte con la banda a tomar algo en el bar de la Facu. No quedamos hasta que cerraron, a las diez de la noche y nos fuimos a la esquina a seguirla en el bar de Av. San Martín y Chorroarin.
Caro no estaba en su casa, eran mas de las dos de la madrugada y ya me estaba yendo cuando llego. Venia con dolor de cabeza, cansada y con un humor de mierda; era evidente que quería estar sola así que la salude y me fui.
Me junte a almorzar con Janis, me presto la mochila, me pregunto por el viaje, cuando volvía y esas cosas. Me pareció a mi o me tiro un par de palos? Me hice el boludo y seguí hablando de cualquier cosa. Cuando terminamos de comer me ofreció acercarme hasta la facu (yo me había escapado de la oficina pero estaba en horario de trabajo). Íbamos en el auto hablando de mi viaje al norte y en un semáforo me mira y me dice:
-“Ojo, eh! Portate bien...”
-“Y... que queres? Vos sabes que tengo que descargarme de algún modo...”
Ahí nomás, con la luz verde, puso primera, estaciono en una esquina, me reclino el asiento y me pego una de las mejores mamadas de mi vida. Eran las tres de la tarde y la gente pasaba caminando alrededor nuestro.
A la mierda mi teoría de poder estar de nuevo como antes, sin desearla... Ahora, como siempre, yo sabia que Janis iba a desaparecer, que no me iba a responder los llamados ni me iba a llamar ella. Me mata, esta mujer me mata...
La relación con Caro venia decayendo y no ayudo mucho que le contara sobre mi encuentro con Janis, pero pese a todo, nos seguíamos viendo. Se acercaba su trigésimo cumpleaños y ella estaba necesitando otras cosas, otras seguridades. Tuvimos una pelea horrible acerca de los planes futuros y de las incompatibilidades de carácter. Dejamos de vernos por unos días, me fui al norte con el Cejas (un viaje que siempre recordare con cariño, tal vez porque yo estaba mas sensible que de costumbre) y volví a la misma rutina. Caro me llamo, nos peleamos por teléfono y quedamos en juntarnos el lunes para hablar: Ruptura inminente.
El lunes a la tarde fui al hospital. Guille estaba de muy buen humor y me pidió que lo acompañe al patio. Nos sentamos en un banco, al sol, me paso un Camel y saco los resultados de la biopsia:
-“Bueno, Gringo... La buena noticia es que no tenes leucemia”
-“Y la mala?”
-“La mala es que no sabemos que carajo tenes y vos no nos ayudas mucho”
Me dijo me iban a hacer otra serie de estudios, una tomografía de cuerpo completo, me pidió que me dejara de joder y tomara los medicamentos, que duerma (como si dependiera de mi voluntad!!!), que me cuide, que sea moderado con el cigarrillo, el café y el alcohol. Del sexo esta vez no dijo nada y yo no le iba a preguntar... Me abrazo y quedamos en juntarnos a cenar en su casa, con su familia un día de estos.
Me fui a encontrarme con Caro y estaba tan contento y aliviado que no la deje pasar del tercer reproche. Empecé a besarla hasta que ronroneo y nos revolcamos sin parar hasta las cuatro y media de la mañana. Fue hermoso, pero tenia gusto a despedida...
Vuelvo a casa y no estoy bien. Me encierro en el taller, no puedo dejar de pensar. Agarro las gubias y no tenia madera así que manoteo un pedazo de eucalipto (madera de mierda si la hay) que mi tío había dejado tirado y sin saber que va a salir lo entro limar, a cortar, a desbastar... Una de las mejores piezas que hice (y solo era un bosquejo!!!): Mujer desnuda, arrodillada, con el pelo largo hasta media espalda, medio rizado, el culo apoyado en los talones, las manos sobre los muslos, las piernas apenas separadas, el cuello estirado hacia los cielos, la cabeza echada hacia atrás y la puta madre que me parió: Era Janis. No tenia cara pero era ella, era su cuerpo y hasta había medio empezado una “J” en la base. Puteando la tire a un rincón y salí de ahí, me cago en Dios, con una garra en la garganta... Puedo ser tan pelotudo yo solo, sin ayuda de nadie? Si hacen falta por lo menos tres para juntar tanta enfermedad, tanto deseo enfermizo por una mina que se caga en mi, que me quiere y me odia casi con la misma intensidad...
Mas tarde, suena el celular: Caro
-Por que me mentiste? No estas en Torquinst...
-Si, bombón, estoy en Torquinst, haciendo un trabajo. Cuando vuelva te llamo y...
-Tengo identificador de llamadas y me llamaste desde un publico de Ballester... Te deje entrar a mi casa: Por que me mentiste?
-Te llame desde un publico de Ballester ANTES de irme, ahora ESTOY en Torquinst, cuando vuelvo te...
-El Roamming de tu celular esta desactivado, por que me mentiste? Si yo te deje...
-Mira, Caro, ESTOY EN TORQUINST y estoy laburando, no puedo ni quiero tener esta conversación ahora, yo...
Estaba llorando... Desde el otro lado de la línea la oía llorar despacito, con sollozos ahogados y yo estaba particularmente sensible por Janis, y también sentía muchas ganas de llorar y las palabras se me amontonaron en la boca y otra mentira se me escapo como un escupitajo:
-No llores, bombón, te voy a decir la verdad, no tengo un mango y me dio vergüenza decírtelo porque recién nos conocemos, pensé que cobraba hoy y en el cajero no había plata y...
-En serio? Era eso nada mas? No necesitas plata, yo...
-Si, bombón, era eso, no quería que pienses que soy un seco, pero si: Soy un seco y...
-Venite a mi casa ahora
-Me encantaría, pero...
-Tomate un taxi, lo pago yo...
-No si no es eso, puedo ir pero lo que pasa es que...
-Veni a mi casa ahora, POR FAVOR, veni... Bueno, a casa no, nos vemos en el bar de anoche...
-Ok, ok, en una hora estoy allá
Colgué sintiéndome de lo mas desgraciado. Me bañe y me afeite, evite mirarme al espejo porque sabia que estaba como un trapo, me vestí y, antes de salir, me metí al taller y agarre la estatuilla de Janis. Se había raspado un codo nomás pero la madera estaba intacta, la retoque un poco y, a partir de la “J” que había empezado, talle un “JCARO” con diez golpes de gubia, con una “C” muy recargada para que no se notara y me fui para "El Escandinavo". Ni la pulí ni la lustre...
Llegue y recién abrían, Romy estaba sola preparando todo. Se puso contenta de verme pero estaba rara, cuando nos saludamos me corrió un poco la cara como para hurtar los labios al beso. Me sirvió una cerveza y me pregunto “como me había ido con la “cabeza de fósforo” esa”... Ni le conteste. Nos quedamos ahí, en la barra, al lado de la Valquiria que yo había tallado una vez con un pedazo de cedro que había sido el cajón de un escritorio cualquiera y que formaba una especie de altar, siempre con una vela encendida.
Romy esta mas linda que de costumbre, se había pintado, estaba mejor vestida. Llega un loco rubio, medio pelado y entran a besarse contra la barra como si estuvieran cogiendo y la veo a ella mirándome con un ojo medio entreabierto. Me dio un ataque de risa, me revise hacia adentro y no, ni rastro de celos. Me presenta al chabon y nos abrazamos, no me acuerdo del nombre, pero hablaba raro, como “zezeando”, había vivido un tiempo en la Madre Patria y me estaba contando no se que mierda de allá, cuando llega Caro y se repite el juego pero a la inversa: Me tira contra la barra y me parte la boca, abro un ojo y Romy tenia esos ojazos azules que despedían llamas.
Nos quedamos en la barra y Caro reconoció la firma en el escudo de la Valquiria, me había visto el mismo signo tatuado en el deltoides derecho y me pregunto si la había tallado yo así que metí la mano en el morral, saque la estatuilla de Janis y se la di
-Para mi? Soy yo?
-Si...
-Nunca nadie hizo esto por mi... Me hiciste un poquito mas linda...
Pobre Caro, estaba tan linda así, emocionada, con la mejillas brillantes. Me abrazo. Yo tenia la garganta agarrotada. Caro era muy linda, pero...
Me sentí medio mal y estuve a punto de decirle que no, que yo era un hijo de puta, que desde Janis no podía estar con ninguna mujer y que, por eso, necesitaba estar con todas; pero no le dije nada.
Nos quedamos en la barra tomando algo y charlando hasta que se torno zona peligrosa: Romy pasaba cada vez mas cerca de ella con la bandeja y yo ya veía a Caro con un Tequila Sunrise o un Daiquiri de sombrero. Para completarla cae la banda en pleno y me entran a saludar. Demasiada gente.
En su casa nos sentamos en el piso a tomar cerveza y a charlar. Era cierto que había tenido una audición para "Drácula" y estaba contenta por que creía que le había ido bastante bien. La charla se volvió mas escabrosa cuando giro en torno a mi mentira sobre el viaje a Torquinst, había tenido un mal rollo con un ex que la perseguía y le dejaba amenazas en el contestador (por eso el identificador de llamadas y las multiples cerraduras en la puerta) pero me dijo que desde que me vio se había dado cuenta de que “éramos compatibles”. Eso me freno en seco y le empecé a explicar que en lo que toca a relaciones yo estaba jodido, que el interés y el entusiasmo iban a durar lo que un pedo en la mano, pero me empezó a besar impidiéndome hablar. El primero ahí, en la alfombra y otra vez la deje pagando, la estatuilla me miraba desde la mesita así que para el segundo la cargue y la lleve a la cama y... Otra vez la deje pagando. Me empecé a preocupar y fui bajando: la bese, la mordi y la lamí hasta que pareció que le daban convulsiones. A partir del tercero todo marcho normalmente, claro que tuve que cerrar los ojos e imaginar que estaba con Janis. No entendía por que: Caro es realmente muy linda, no es el mismo tipo de belleza, pero no tiene nada que envidiarle...
Hubo un cuarto (cosa rara en mi) de perrito y ya no necesite de ayudas imaginarias. Me fui contento y relajado cuando el sol sacaba el morro para espiar la ciudad.
A Caro la llamaron de la producción para otra entrevista así que estuvimos casi una semana sin vernos, pero nos llamábamos todos los días. En el medio me encontré con Janis a tomar algo y estuvimos un buen rato hablando, como antes, sin sexo. No le conté nada del hospital, ni de mi relación con Caro, ni ella me contó nada de sus relaciones: Era como un acuerdo tácito.
Me fui muy aliviado de ese encuentro, era como que podía estar con ella sin desearla, como que ya no la necesitaba de ese modo, como antes y, paradójicamente, me hacia anhelar con mas fuerza el momento de encontrarme con Caro.
Le dieron el papel en "Drácula" y fuimos a festejarlo a una pizzería de Belgrano. Era un papel secundario pero era la puerta de entrada a muchas otras cosas: Bienestar económico, jornada laboral mas precisa, continuidad... Caro estaba muy feliz y yo también por ella. Nuestra relación marchaba como una maquinita perfectamente aceitada, hasta que los ensayos se empezaron a hacer mas frecuentes y mas largos y ella empezó a venir con dolor de cabeza y un humor de mierda que realmente la afeaba mucho y, para completarla, tuve que ir al hospital (donde no volvía desde que me habían dado el alta) porque Guillermo me llamo y me cago a puteadas, me amenazo con pasar un informe de Salud Laboral a mi trabajo y no se cuantas cosas mas.
Fui. Me tomo la presión que seguía para la mierda, me hizo sacar sangre. Me pregunto por que no había tomado los medicamentos que me había dado y me pregunto por mis viejos (óbitos ambos: cáncer e infarto respectivamente) así que me hizo hacer un ECG y un montón de estudios mas... Nada. Siguió indagando para atrás en mi árbol genealógico y... La Palabra empezó a revolotear por el consultorio como una polilla enloquecida por la luz...
Me dejo solo. Fue a buscar a un colega que tenia cara de tener hemorroides (“almorranas”, diría doña Antonia, la gallega de enfrente de casa) y me empezó a hacer preguntas a lo pavo sobre mi familia inmediata (que carajo puedo saber yo si todos se murieron antes de que nazca o cuando era un crío?). Al llegar a mi abuelo materno la Palabra dejo de dar vueltas alrededor de la lamparita de mierda del consultorio y se transformo en diagnostico, veredicto y sentencia: Leucemia. “Cagamos”, pensé.
Me metieron un trocar (una mecha de seis milímetros) en el fémur de la pierna derecha, sacaron un átomo de medula ósea (caracu que le dicen, como para el puchero), me clavaron una aguja del grosor de un clavo entre las vértebras lumbares y me hicieron prometer que iba a tomar las pastillas de colores que me habían recetado y que iba a volver dentro de diez días, cuando estuviese lista la biopsia. A mi en ese momento me dolía la vida, la cintura, la pierna, el pelo, el pantalón y tenia unas ganas terribles de irme lo mas lejos posible de esos dos sádicos de mierda así que les prometí que si, lo que quieran, cualquier cosa pero déjenme ir...
Me metí en un bar y me quede tomando cerveza, fumando y mirando pasar la gente y las horas. Cuando me fui era muy tarde y yo estaba borrachísimo. Caro se puso furiosa y me armo una escena fantástica (ya dije que era mezzo-soprano? Cuando gritaba era un huracán). No le dije nada del hospital aunque me pregunto porque rengueaba y le empecé a hacer mimos hasta que se calmo y pudimos tener un revolcón de los buenos, Caro usaba muy bien la boca y no solo para cantar. Pase la noche ahí, con ella, mirándola dormir.
Al otro día en la oficina y con resaca para variar, hable con el Cejas para afinar algunos detalles del viaje (nos íbamos para el norte) y después la llame a Janis para pedirle prestada la mochila. Quedamos en juntarnos a almorzar en Devoto el jueves.
Después de la oficina fui a clases y me junte con la banda a tomar algo en el bar de la Facu. No quedamos hasta que cerraron, a las diez de la noche y nos fuimos a la esquina a seguirla en el bar de Av. San Martín y Chorroarin.
Caro no estaba en su casa, eran mas de las dos de la madrugada y ya me estaba yendo cuando llego. Venia con dolor de cabeza, cansada y con un humor de mierda; era evidente que quería estar sola así que la salude y me fui.
Me junte a almorzar con Janis, me presto la mochila, me pregunto por el viaje, cuando volvía y esas cosas. Me pareció a mi o me tiro un par de palos? Me hice el boludo y seguí hablando de cualquier cosa. Cuando terminamos de comer me ofreció acercarme hasta la facu (yo me había escapado de la oficina pero estaba en horario de trabajo). Íbamos en el auto hablando de mi viaje al norte y en un semáforo me mira y me dice:
-“Ojo, eh! Portate bien...”
-“Y... que queres? Vos sabes que tengo que descargarme de algún modo...”
Ahí nomás, con la luz verde, puso primera, estaciono en una esquina, me reclino el asiento y me pego una de las mejores mamadas de mi vida. Eran las tres de la tarde y la gente pasaba caminando alrededor nuestro.
A la mierda mi teoría de poder estar de nuevo como antes, sin desearla... Ahora, como siempre, yo sabia que Janis iba a desaparecer, que no me iba a responder los llamados ni me iba a llamar ella. Me mata, esta mujer me mata...
La relación con Caro venia decayendo y no ayudo mucho que le contara sobre mi encuentro con Janis, pero pese a todo, nos seguíamos viendo. Se acercaba su trigésimo cumpleaños y ella estaba necesitando otras cosas, otras seguridades. Tuvimos una pelea horrible acerca de los planes futuros y de las incompatibilidades de carácter. Dejamos de vernos por unos días, me fui al norte con el Cejas (un viaje que siempre recordare con cariño, tal vez porque yo estaba mas sensible que de costumbre) y volví a la misma rutina. Caro me llamo, nos peleamos por teléfono y quedamos en juntarnos el lunes para hablar: Ruptura inminente.
El lunes a la tarde fui al hospital. Guille estaba de muy buen humor y me pidió que lo acompañe al patio. Nos sentamos en un banco, al sol, me paso un Camel y saco los resultados de la biopsia:
-“Bueno, Gringo... La buena noticia es que no tenes leucemia”
-“Y la mala?”
-“La mala es que no sabemos que carajo tenes y vos no nos ayudas mucho”
Me dijo me iban a hacer otra serie de estudios, una tomografía de cuerpo completo, me pidió que me dejara de joder y tomara los medicamentos, que duerma (como si dependiera de mi voluntad!!!), que me cuide, que sea moderado con el cigarrillo, el café y el alcohol. Del sexo esta vez no dijo nada y yo no le iba a preguntar... Me abrazo y quedamos en juntarnos a cenar en su casa, con su familia un día de estos.
Me fui a encontrarme con Caro y estaba tan contento y aliviado que no la deje pasar del tercer reproche. Empecé a besarla hasta que ronroneo y nos revolcamos sin parar hasta las cuatro y media de la mañana. Fue hermoso, pero tenia gusto a despedida...
11 comentarios:
Sos un forro, Sapo! Me aviso la bruja y la verdad es que sos un forro. Matate, boludo. Fer
No, querida, la forra sos vos; vos sabias como era el Sapo y te lo cojiste creyendo que podias domarlo, ademas: Acaso algo de todo esto es mentira?!? No, verdad? Ahora: A COMERLA!!!!!! (y mejor matate vos: BOLUDA)
Reyna y Maru
Koincido con la Reyna y Maru, Fernanda: Vos sabias ke el sapo no dejava titere kon kavesa en el Escandi, para ke te haces la rolinga si no t lo bankas? si no te lo kojias no ibas a tener drama, pero no, te haces la rokanrol. JODETE y que te den por sako. Cristian
Y a ustedes? Quien les dio vela en este entierro? Lo que el Sapo y yo tuvimos fue especial y fue tan especial que por eso esta caliente la Reyna. O no, Reyna? No te colgo por mi? En cuanto a los otros dos: Que carajo se meten?!? Fer
Bueno, gente, me habia propuesto no intervenir por esta via, pero no tengo el mail de todos asi que ahi va:
Fer: Puede que sea un forro, es cierto, pero ya me conociste asi. No, no colgue a la Reyna por vos. Lo que tuve con vos fue especial, tambien es cierto, pero fue tan especial como lo que tuve con la Reyna, con Maru o con cualquier otra.
Maru: Yo tambien te quiero, vida
Reyna: Me alegro saber de vos
Cristian: Te mando un abrazo, hermanito
Todos: Chicos, chicos, no se peleen y vayan afuera a jugar con tierra sin pelear
Tenes razon, Sapo ya eras un forro de antes. Disculpa. Fer
Gracias, sapito, vos sabes que yo tambien. ;-P
Besinhos. Maru
Bueno, sapito, me gusto esta historia aunque no me doy cuenta de cual es ninguna de las dos ninfas que te acompañana. Ahora: Sos forro, eh? Todos sabiamos que algun kilombo de salud tenias pero nunca hablaste, nunca nos dejaste ayudarte y sabes que mas de una hubiera dado mucho mas que su ayuda por verte bien. Nos debes una (por lo menos) Te quiero, BB
Pauly
La gallega entra en el blog,lee,le ha gustado.Quiere dejar un comentario y uff!!! mucha gallina cabreada en este corral.De puntillas pasa entre ellas y deja como dicen ustedes,sus boludeces.Saludos desde una ciudad con mar.
Sapito ya estas internacional!!! Desde rusia hasta españa!! Q groso!!
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